viernes, 14 de febrero de 2020

En tu mirada la eternidad


Hace algunos años, quizá cuatro por ponerle algún número, que tus ojos me ven y tu mirada no me reconoce. Lo noté la primera vez que no me llamaste por mi nombre. Estaba yo de espaldas y no pude ver tu mirar. Tiempo después quedaste sin habla y así todos nos quedamos sin escuchar tus largas charlas. Tu voz aún resuena en mi mente, la tengo grabada intacta. Qué podría saber yo que aquella vez sería la última que escuchase mi nombre dicho por ti.

Nuestras charlas se redujeron a un largo contacto visual. Yo sé que con tu gran sensibilidad eres capaz adivinar cómo me siento y que quiero transmitirte. Te cuento mi día en una mirada y me das tu amor con el brillo de tus ojos. Si bien cuando no sabías sabías quien era no me llamabas por mi nombre, ahora es tu mirada la que revela todo. A veces siento que me veo en tus ojos y otras tantas veo en tu mirada la eternidad.

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